Los juegos independientes son aquellos
cofres del tesoro dispersos por todo el mundo y que esperan pacientemente a ser
abiertos y así poder brillar con su versátil contenido. Esperan a que, con mapa
o sin mapa, con llave o sin llave, descubras su interior y disfrutes de todo el
caudal de joyas que estos cofres ofrecen en su interior.
Hay juegos increíbles hechos por
las empresas de videojuegos reconocidas a nivel mundial pero, escondidos como
los cofres de un tesoro pirata existen compañías independientes, incluso un par
de personas, que crean maravillas que bucean por debajo de muchos juegos
populares y que muchas veces son mucho mejores que el nombre y compañía que
acompañan a tan grande número de juegos comerciales.

Personalmente, adoro cada uno de
los juegos indies que he jugado: por la historia, sus diseños mágicos, sus OST
sencillos pero épicos y por las aventuras que me otorgan sin necesidad de durar
años; he jugado juegos de cinco minutos que ofrecen más que uno de 500 horas.

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