Una de las festividades más reconocidas a nivel mundial es sin duda el
Halloween o Noche de Brujas. Festividad que se celebra el 31 de Octubre, pero
como casi todas las tradiciones, las festejamos sin saber cuál es su
origen. En este caso, es necesario saber
de dónde viene el Halloween.

Los celtas, así como muchas otras culturas, creían en la delgada línea
que une este mundo con el “otro mundo”, y la unión de ambos mundos era roto con
la llegada de Samhain, el cual permitía que los espíritus, buenos y malos que
habitaban en el otro mundo, cruzaran a este. Los seres queridos de las
familias, que ya habían pasado al otro mundo, ese día aprovechaban para
visitarlos. La tradición era utilizar trajes y máscaras, para ahuyentar a todos
los espíritus malignos que cruzaban la línea.
Como todas las tradiciones, a lo largo del tiempo y con la mezcla de
otras culturas, el Halloween ha ido adoptando modificaciones y muchos han
olvidado cuál fue el verdadero origen de la festividad. Actualmente la gente se
disfraza, principalmente los niños, de varios monstruos como Drácula,
Frankenstein, fantasmas, calabazas parlantes, hombres lobo, zombies (muertos
vivientes), Morticia, Brujas, Monjes, etc, etc.
Pero ¿Por qué disfrazarse de estos personajes? La respuesta es simple,
estos personajes están muy familiarizados con lo tenebroso y todo lo
sobrenatural y qué mejor que la noche en la que llegan todos los seres del otro
mundo para disfrazarnos de ellos. Tal y como los antiguos celtas los hacían en
sus épocas.
¡Dulce o truco! Es
la manera en que los pequeños disfrazados hacen un convenio con los dueños de
las casas, en la cual pidiendo dulces, se salvan de las travesuras que lleguen
a hacerles.

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